Creo que ver el lado bueno de las cosas es hoy un importante ejercicio.
Parece que en el mundo solo existen las malas noticias. Si tenemos que hablar
de estadísticas de desempleo ni te cuento, o de cuantos afiliados menos a la seguridad
social, o del precio de la luz y la gasolina, vamos que si te quieres amargar
no tienes más que encender la televisión por un rato. Será por eso que yo
procuro no encender la tele.
Hay cosas que ocurren en nuestras vidas
que, en un primer instante, no tienen sentido, sobre todo en el momento en el
que suceden, pero que transcurrido cierto tiempo acaban teniendo el significado
que no veíamos. Es el tiempo el que acaba
poniendo las cosas en su sitio y dando el significado a lo que ocurrió. Por
eso quiero que hoy nos concentremos en el lado bueno de las cosas. Muy bien, he
perdido mi empleo, pero eso no quiere decir que sea yo el que esté perdido para
siempre. ¿Por qué no aprovechar justo
ahora que tenemos ese tiempo para hacer todo aquello que antes en la vorágine
de nuestra vida laboral no podíamos hacer? Algunas buenas sugerencias:
- Invierte
este tiempo en conocerte mejor a ti mismo, a veces, tenemos el
doble de información de la que
necesitamos sobre el mercado laboral y la mitad de la que debemos sobre nosotros mismos. Te animo a que
escuches la teoría del aeropuerto de José Ramón Villaverde en su programa de
radio La Ruta del Empleo, pero te adelanto dos cosas: Pasar tiempo con nosotros
mismos nos ayuda a conocernos mejor. ¿Has viajado solo alguna vez? Llegas a ese
aeropuerto repleto de personas, estás rodeado por ellas, pero por muchas personas que tengas
alrededor, y aquí viene la segunda gran lección, las decisiones más importantes
de nuestra vida, al final las tomo yo.
- Invierte
este tiempo en formarte, en aquello que mejora y aumenta tu
especialización profesional y personal, aprende idiomas, sumérgete en las
nuevas tecnologías, lee, viaja, participa en un voluntariado. La formación,
además, en la mayoría de los casos nos pone en contacto con otras personas,
rompe nuestras rutinas, actualiza nuestros conocimientos y nos permite compartir y aprender mucho con y
de los demás.
- Invierte
este tiempo en mejorar tus relaciones sociales, queda con aquellos amigos a
los que has dedicado poco tiempo, lleva a los peques al cole y párate un rato
en la puerta -por cierto, genial sitio para empezar a ampliar nuestra red-,
comparte más tiempo con la familia, participa en internet de forma activa en
tus redes sociales y profesionales, crea tu propia asociación o únete a alguna,
toma un café con aquella persona que siempre se ofreció a escucharte. Sobre
todo, activa y reactiva tu red de contactos personales y profesionales, ya que
ellos te proporcionarán una información privilegiada que no dudarán en
contarte.
- Disfruta de
tu tiempo libre. No serás la única, ni la primera persona que descubre que esa
actividad a la que dedicabas todo tu tiempo libre se convierte en tu principal
talento, vía de ingresos y vocación profesional.
- Diseña
tu ruta, la que te permita llegar a tu objetivo profesional. Lo importante
es que comiences cuanto antes, como bien dice una amiga, -luego siempre se
puede corregir la trayectoria-, quizá empecemos por la autovía y acabemos en la
comarcal !pero ya estamos en marcha! Ya decían nuestros abuelos que todos los
caminos conducen a Roma. Hay muy buenos copilotos ahí fuera, que te guiarán en
tu ruta, te ayudarán a leer el mapa y te motivarán para llegar a tu meta.
Ya sabes, tienes tiempo es tus manos y el tiempo es vida ¡aprovéchalo para crecer! ¿no es ésta una buena noticia? Porque no todos los días son buenos, pero
siempre hay algo bueno todos los días.
@mariaj_munoz | Publicado en La Ruta del Empleo el 1 de Marzo de 2013,
Muchas gracias María José, acabo de encontrar tu blog y me ha encantado. Gracias por compartir.
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